El sistema de retechado ha probado ser una excelente opción en cuanto a prolongar la vida útil de las cubiertas deterioradas se trata. El sistema funciona a partir de dos capas que se colocan sobre la superficie de la cubierta metálica, la primera es conformada por láminas de aislante térmico, Polyso de Carlisle y la segunda por el impermeabilizante de polielefina termoplástica, TPO; este último contribuye a evitar las infiltraciones, juntas y sellos, reduciendo los costos de mantenimiento y reposición de la cubierta metálica.

Características y beneficios

• Extiende la vida útil de la cubierta entre 10 a 20 años.
• Evita las infiltraciones de agua
• Reduce los costos de mantenimiento de las cubiertas metálicas
• Alta resistencia a los rayos UV, calor y oxidación
• Excelente resistencia química a ácidos, bases y emisiones de gases
• Incremento del factor R de la cubierta.

Instalación

• Se inicia rellenando con Polyiso los espacios entre las crestas en la lámina, según sea el caso.
• Posteriormente se colocan de manera mecánicamente anclando las láminas de polyiso garantizando la continuidad entre los espacios.
• Una vez instalado el aislamiento térmico se prodece a colocar la membrana de poliolefina termoplástica, TPO de 45 o 60 mils, anclada de manera mecánica y soldadura a calor.